viernes, 17 de mayo de 2013

Continúa el 27º Festival de Cine Francés


Continua el 27º Festival de Cine Francés después de un exitoso lanzamiento con gran afluencia de público. ¡No te lo pierdas!

Comedias, dramas, historia; gran actuación de Juliette Binoche junto a Edgar Ramírez en A CORAZON ABIERTO, presencia mágica de Marion Cotillard en DE OXIDO Y HUESOS, prestancia y elegancia de Catherine Deneuve en POTICHE, MUJERES AL PODER, versatilidad de comediante de Jean Reno en COMO UN CHEF, y muchas sorpresas más en la gran fiesta del cine de autor.


Cartelera completa de la segunda semana AQUI

¿Cómo entender el cine francés para poder apreciarlo?

El cine de autor versus el blockbuster

Siempre existe la reputación de catalogar al cine francés como cine de autor considerando al director como el verdadero artífice de la película en oposición a la visión más comercial del cine americano que nace de los grandes estudios de Hollywood y que contrata realizador y actores en función de una producción.
Esta vieja dicotomía ha prevalecido a través del tiempo desde hace más de medio siglo cuando varios cineasta franceses se pronunciaron en la revista especializada Les Cahiers du cinéma reivindicando la mirada artística y personal del director, por encima de las exigencias comerciales. Esto acontecía por los años que abarcan la irrupción de la nouvelle vague a finales de los sesenta, con Truffaut, Rivette, Godard, Chabrol y Rohmer, entre sus principales animadores.
Mientras esto sucedía en Francia la industria del cine de Hollywood seguía lanzando su cuota de nuevas estrellas con el fin de mantener la atención del público interno en los héroes invencibles y también exportando el concepto empaquetado a sus distribuidores exclusivos en el extranjero.

Las motivaciones de hacer cine eran distintas de un lado y del otro del Atlántico, pero todavía existían muchas convergencias que confundían opiniones de críticos y cinéfilos. Por un lado muchos actores y actrices franceses pasaron a ser estrellas con reconocimiento mundial al igual que sus colegas americanos como Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, Isabelle Adjani, Jean-Paul Belmondo, Alain Delon, Jacqueline Bisset, Jeanne Moreau, Gérard Depardieu, Isabelle Huppert, Carole Bouquet, Daniel Auteuil, Juliette Binoche, Autrey Tautou, Jean Reno, Marion Cotillard, Jean Dujardin…


Por otro lado también en Estados Unidos hubo grandes nombres de directores que se destacaron por privilegiar una mirada personal o autoral en sus películas por encima del aspecto comercial. Se suele considerar como el pionero de este movimiento a John Cassavetes, junto a otros nombres como Woody Allen, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Robert Altman o más recientemente Spike Lee, los hermanos Cohen o Quentin Tarantino y también Robert Redford y Clint Eastwood contribuyeron a ese movimiento del cine americano.

Hasta ahora vemos dos tendencias distintas de hacer cine con acercamientos y similitudes que confunden la frontera, pero no terminan de explicar la hegemonía actual del cine norteamericano en todos los países de cultura occidental. El punto de quiebre se materializa en 1977 con “La guerra de las galaxias” de George Lucas. En base a un nuevo compromiso entre el realizador y el estudio, la cinematografía norteamericana retoma un impulso sorprendente con el nacimiento de la mercadotecnia implícita en la producción de una película. Surge entonces el concepto moderno de Blockbuster; una película de estreno que pretende acaparar la atención del público joven y adolescente y que sirve de vehículo para la venta de una extensa gama de productos mediante la concesión de una franquicia sobre la película y sus personajes, a jugueterías, cadenas de comida rápida, tiendas de ropa, piñaterías, tiendas de videojuegos, etc.

El concepto fue ingenioso y dio a los grandes estudios de Hollywood una nueva vitalidad que dura hasta los tiempos actuales. Pero además se impuso la norma de la secuela o continuación de una primera película y si las secuelas de “Rocky” o “Duro de matar” pudieron sorprender en su momento, actualmente ya no asombra a nadie un nuevo episodio de “Spider-Man”, “Batman” o “La era del hielo”.

Vemos entonces como la vieja dicotomía se amplifica hoy y adquiere una nueva dimensión con la tecnología del 3D hasta el punto de afirmar que ya no existe prácticamente ningún punto de comparación a nivel de dirección, a nivel actoral o a nivel de guión entre una superproducción americana y una película de autor. Con propósitos distintos por no decir opuestos los resultados son evidentemente muy disparejos y el mismo acto de ir al cine cambia totalmente de significado separando al público en dos audiencias distintas que van al cine para vivir experiencias completamente diferentes.

La fortaleza del cine francés y su principal atributo sigue siendo su carga emotiva que busca una identificación directa con el espectador escenificando situaciones muy cercanas a la realidad y muchas veces se confunden con sus propias vivencias.

Fuente: Prensa del Festival de Cine Francés www.cinefrances.net 

No hay comentarios:

Publicar un comentario