miércoles, 16 de enero de 2013

Azul y no tan rosa: Una manera sublime de enseñar tolerancia


Para el momento de escribir este artículo la ópera prima de Miguel Ferrari “Azul y no tan rosa” ya ha superado los 187mil espectadores en todo el país. En 2012 se convirtió en la tercera película venezolana más vista y este año continúan los triunfos.

Las actuaciones impecables de Guillermo García; Sócrates Serrano; Hilda Abrahamz y, el talento juvenil, Ignacio Montes hacen que el espectador se sumerja en una historia que conmueve; da risa, tristeza y cautiva.


Detrás, la excelente dirección de Ferrari, quien supo crear personajes mágicos que se conectan con la idiosincrasia del venezolano. Tal es el caso del personaje de Elba Escobar, mamá de Guillermo García, o el de Carolina Torres (Perla Marina) la peculiar asistente de Diego.

La fotografía le hace justicia a la belleza de Caracas y muestra su cara más amable. Con Mérida, ciudad donde filmaron, también se destaca.

Azul y no tan rosa es una coproducción venezolana-española y muestra conflictos humanos como la relación de un padre con su hijo adolescente, y la relación amorosa de una pareja por encima de los prejuicios. Una lección necesaria, sobre todo en estos momentos de tan poca tolerancia en el país.



Hermoso el trabajo del director y de todo su equipo de producción. No hay que dejar de lado la música, estuvo sencillamente, ¡perfecta!

Una película que realza la capacidad de nuestros directores para llevar a la pantalla grande, historias que dejen un mensaje de verdadera reflexión en los espectadores. Y si esta fue la ópera prima de Miguel Ferrari… desde ya esperaremos ansiosos por su segundo trabajo. 


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